Hegel, Principios de la filosofía del derecho, Introducción, §§1-7.
Resumen de María González
El Derecho es parte de la filosofía, ambas comparten el objeto de estudio; las ideas, el concepto y su realización.
Cuando la realidad no es postulada por el concepto se considera una mera apariencia, una mentira. Por eso es fundamental partir del concepto para entender el desarrollo de la cosa y por consiguiente la idea misma.
En el método formal de las ciencias el primer requerimiento es la definición próxima a la cosa, en la ciencia positiva del Derecho se encuentran una serie de definiciones y particularidades próximas, que devienen en universalidad para diferenciar lo opuesto al método.
En la filosofía, el devenir del concepto, su demostración y deducción forman parte del proceso del conocimiento. En este momento, el concepto es diferenciado de su representación en cuanto a la forma y configuración, si la representación no se encuentra dentro del concepto esta puede elevarse y conformarse a él.
El Derecho positivo en general se considera:
- Por la forma de estar presente en un Estado.
- En el contenido, por el desenvolvimiento histórico de una nación y por el entrecruzamiento de todas las relaciones que pertenecen a la necesidad natural.
Sin embargo, es necesario hacer una distinción en la cual el desarrollo histórico del concepto no se parece a su desenvolvimiento, a su esclarecimiento y a su justificación.
Por la falta de atención en esta distinción se logra alterar una justificación basada en circunstancias poco aptas, poniendo lo superficial en el lugar de lo absoluto y la apariencia en el lugar de la naturaleza de la cosa. De esta manera, resulta una pérdida de significación, porque las circunstancias cuando existían contenían al concepto y al dejar de existir se vuelven inútiles a la justificación.
El lugar del derecho es la voluntad, la libertad es su sustancia y determinación. El sistema del derecho por consiguiente es el reino de la libertad realizada.
Los momentos de la voluntad nos ayudan a la concepción y a la autoconciencia de cada uno. Al comienzo todos podrían abstraerse de lo que es, y por lo tanto, determinarse y darse así todo contenido por su propio intermedio, teniendo en la conciencia de sí el ejemplo para las demás determinaciones.
La voluntad:
- Se enfoca en el yo, conteniendo el puro pensamiento de sí mismo.
- El yo se contrapone con las determinaciones que lo rodean y lo conforman, resultando en sí individualidad.Este segundo momento es conocido como negación-superación, es decir la superación de la primera negatividad abstracta.
- La individualidad del yo se relaciona con la negatividad, dando una unión y una determinación a partir de la negación y de la universalidad.
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